-¿Sabes, Yamir? Creo que, cuando llegue hoy allí, me va a apetecer comerme el mundo-murmuró abotonándose la camisa de espaldas a él en el borde de la cama-. ¿Y ti qué te apetecerá hacer cuando vayas a donde quiera que tengas que ir hoy?
-¿A mí? Segurísmo que llamarme mundo.
-No vale, siempre tienes el indicado. Debes guardar una colección enorme de piropos bajo la almohada que seguro que no te dejan dormir.
Después de hacerle el amor, Yamir se convertía en la mejor persona del mundo. Le mordía el lóbulo de la oreja izquierda con cuidado para ver la caída del pendiente de marfil, que le regaló el primer día que se conocieron, sobre las sábanas y luego ponía todo el amor a merced de su pecho al que acariciaba hasta dormirse sin tener prisa por que el tiempo siguiera su curso. Era feliz hasta la llegada del alba, que se llevaba consigo la magia y el cuerpo que lo hacía arder y sobreexplotarse de amor al ritmo del griterío de los grillos del jardín de atrás en su desesperación por hacerse oír más fuerte y claro que ellos.
-¿A mí? Segurísmo que llamarme mundo.
-No vale, siempre tienes el indicado. Debes guardar una colección enorme de piropos bajo la almohada que seguro que no te dejan dormir.
Después de hacerle el amor, Yamir se convertía en la mejor persona del mundo. Le mordía el lóbulo de la oreja izquierda con cuidado para ver la caída del pendiente de marfil, que le regaló el primer día que se conocieron, sobre las sábanas y luego ponía todo el amor a merced de su pecho al que acariciaba hasta dormirse sin tener prisa por que el tiempo siguiera su curso. Era feliz hasta la llegada del alba, que se llevaba consigo la magia y el cuerpo que lo hacía arder y sobreexplotarse de amor al ritmo del griterío de los grillos del jardín de atrás en su desesperación por hacerse oír más fuerte y claro que ellos.
Malik, como acostumbraba, se levantaba a cerrar la ventana antes de desnudarse del todo y quedar a merced de las ganas de Yamir, que aullaban en su desesperado ruego a la noche, a la que imploraba que tardase lo máximo posible en desvanecerse. Se abrazaban con fuerza cuando volvía a la cama y procedían a encargarse de la sutil necesidad que sus cuerpos parecían poseer por conversar el uno con el otro sin mediar palabra alguna. Entonces, sus gargantas emitían sonidos en un lenguaje simbólico y hermoso que sólo ellos eran capaces de entender, se retorcían sus extremidades en un intento por liberarse de las capas de piel y prejuicios que las oprimían y, se establecía un diálogo empático tan profundo entre las dos almas que ocupaban aquella habitación, que conseguían detener de golpe el bullicio nocturno que hacía temblar los cimientos de aquel apartamento en el centro de Nueva Delhi que se vio forzado a guardar a cal y canto el secreto de su eterna felicidad.
"...que hacía temblar los cimientos de aquel apartamento en el centro de Nueva Delhi que se vio forzado a guardar a cal y canto el secreto de su eterna felicidad"
ResponderEliminarLa última frase me ha gustado mucho por su significado, muy concorde con la canción de Laura Pausini, ¿te has inspirado en ella o la canción ha venido después?
Un besito, sist!
Pues la canción ha venido después porque había puesto en un principio la de "Never Think" de Robert Pattison, pero luego me he acordado de ella.
ResponderEliminarLa ambientación del relato me lo ha inspirado un libro que leí -que no es en India, sino en Turquía- y me gusta la escena de cama con la que inician la novela ambos personajes -chico y chica en lugar de pareja homosexual- que, curiosamente, gira alrededor de la caída del pendiente de la chica.
Lo dicho: sabía que te iba a gustar.
Un beso:3
Lo primero: la temática LGBT ¡me encanta! :D Si son dos chicos, mejor que mejor (es lo que tiene leer yaoi xDD).
ResponderEliminarLo segundo: no sólo incluyes una temática ya de por sí espinosa como es homosexualidad, sino que también la unes con el tema cultural.
Ya sabemos que la homosexualidad es un tema tabú en muchas culturas de Oriente Próximo y por eso me ha llamado la atención el texto.
(La foto muy acorde, por cierto).
Ahora el momento en sí. Realmente no sé qué decir: es como una danza de palabras que bailan al son de la propia escena formando la situación. Hay mucha riqueza léxica y eso le da mayor movimiento, incluso ligereza, pero no hay que abusar de ello porque sino las frases se hacen demasiado largas y cansan.
:) Tu blog es lo último que leo en el día y me voy a la cama con un muy buen sabor de boca ^o^ ¡un saludo!
Jo, qué pedazo de halago*__* Me alegro muchísimo de que te vayas con buen sabor de boca después de leerme precisamente a mí. Ains....en fin.
ResponderEliminarPodía intuir que este relato podría gustarte, ya que se nota muchísimo que disfrutas dando vida a Roque y Seb casi más que a cualquier otro personaje. Sí he de decir que Yamir y Malik no tienen nada que ver con ellos y que son completamente contrapuestos en lo que a carácter se refiere xD
Muchísimas gracias por todo y me alegra infinitamente que te haya gustado.
¡Un saludo!
Buff, hacía mucho que no me pasaba mucho por aquí. (Lo reconozco, he pecado e iré al infierno por ello). Esto está genial, madre mía, he sentido cada suspiro, cada caricia en este texto.
ResponderEliminar¡Sigue así Karly! :))
Wow!Sí que hacía tiempo, sí:)
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado y te haya invitado a sentir, Espe. Muchas gracias por tu comentario:)
¡¡Un besazo!!