Con unos iris cristalinos que obligaban a besarla

Hacía tanto frío que el cigarrillo no se atrevía a encenderse y yo ya no podía luchar ni un segundo más contra la ansiedad que me corroía el estómago en aquellos instantes. La locura y el atrevimiento me abrazaban la garganta, trasformándose en un nudo que amenazaba con ahogarme de un momento a otro sin previo aviso y que se entretenía en desintegrar a fuego lento los restos del desayuno que aún perduraban sin descomponer en mi esófago. En el preciso instante en el que me vi reflejada en su mirada por primera vez me prometí que si, verdaderamente aquella mañana era capaz de sobrevivir al ataque de sus iris cristalinos, la besaría.

Meghanne acariciaba cada resquicio de mi ser, que era escrupulosamente examinado, hasta adoptar un guiño cálido amparado por una sonrisa inquietante cargada de controversia. Antes de salir, se ajustó los guantes y se echó la cámara al hombro.

-Te invitaría a pasar, pero creo que hoy prefiero fotografiarte al aire libre.

-¿Cómo que fotografiarme?

-Eres modelo y yo fotógrafa, ¿qué otra cosa pensabas hacer si no?-bajó un escalón hasta quedar a mi altura sin dejar de observarme y cerró la puerta tras de sí con un sonoro golpe que alimentó mi nerviosismo-.Te costará mucho más de lo que piensas llevarme a la cama. A mí el rollo ese del famoseo, la televisión y las pasarelas nunca me ha impresionado.

-¿Y qué te hace pensar que quiero llevarte a la cama? Ni siquiera sé si tienes novio ni si te intereso.

-Tú tampoco es que te hayas molestado en preguntarlo. Mírate-advierte señalando con la cabeza al cigarrillo que baila al son de la inquietud entre mis dedos-. Inevitablemente sigues fumando para calmar ese grado de ansiedad al que estás sometida. He reflexionado sobre ello y creo que no te mueres únicamente por besarme, como te dije el otro día. Además, resulta extraño que no te hayas aventurado a intentarlo ya.

Algo parecido a una media sonrisa brota de la comisura de mi labio izquierdo cuando se detiene a pocos centímetros de mí y puedo percibir su aliento entrecortado cayendo directamente contra mi nariz.

-Por dios, qué chica tan observadora. Eres un poco fantasma tú, ¿eh?

-No hace falta que te ofusques en negarme que te atraigo. Ni siquiera lo intentes porque parecerá patético. Resulta demasiado obvio.

-Pues lo cierto es que yo, al menos, no me había percatado de ello-contesté retirándome unos centímetros en un intento por salvar mi supuesto desinterés-. A mi parecer tratas de buscar tres pies a un gato al que ya le has visto cuatro. En ningún momento he dicho que las niñas de diecisiete años pudieran interesarme.

-Pero tampoco has dicho que no lo hicieran.

-Pero no he dicho que quiera llevarte a la cama.

-Ya, pero es que yo sí quiero que quieras llevarme a la cama-murmuró regalando una pausa a nuestra conversación cuando el silencio nos obligó a seguir hablando con las miradas-. ¿Nos vamos?

Took me away from sight and the place I know

Aquí os dejo una de las primeras escenas interesantes que Meghanne y Saskia protagonizan. Espero que la disfrutéis.